El gobierno de la Generalitat, presidido por el Convergente Artur Mas, afirma estar asfixiado económicamente. De ello, culpa al Estado Español, recordando que éste le debe dinero, y lanza como única viabilidad un Pacto Fiscal para Cataluña. De no ser aceptada su propuesta, no duda en amenazar con avanzar en el camino hacia la independencia de Cataluña.
Decir que el Estado debe dinero a Cataluña y que éste incumple sus acuerdos, es objetivamente correcto. Lo que no es correcto es aprovechar la actual situación económica que afecta a todos los españoles por igual para plantear un chantaje al gobierno español anteponiendo los destinos de Cataluña al del resto de españoles.
La estrategia de CiU es la que aplica todo nacionalismo traidor: intentar encabezar el mayor consenso posible, y presentarse como los salvapatrias endémicos de Cataluña. En el último pleno del mes de julio, CiU logró el apoyo de ERC y ICV, pero no de PP y PSC. Desde siempre el nacionalismo de CiU está intentando vender a la población catalana el mensaje de que sólo teniendo una Hacienda propia podrán los catalanes escapar de una crisis a la que parecen condenados por su unión con el resto de España.
Pero CiU y sus cómplices no dicen que, por ejemplo, el dinero de los peajes siempre ha ido a parar a manos de la dinastía catalanista; no recuerda casos como el del Palau y Millet; o el famoso 3 % que pronunció el expresidente Maragall, que fue recriminado por decirlo públicamente, y no porque fuera mentira. En Cataluña los políticos ha sido tan corruptos como en el resto de España, el despilfarro ha sido una constante y la mala gestión acompañada de “financiación ilegal de los partidos”, de “amiguismos” e “informes fantasmas” han acompañado, tanto la política de CiU, como la del tripartit (ERC, PSC, ICV).
La actitud de chantaje de los políticos nacionalistas catalanes es, una vez más, una deslealtad al conjunto de España. Esta dinastía catalanista que dice hablar en nombre de Cataluña y de los catalanes, lo hace en verdad en su nombre y el de sus intereses, ellos no son nadie para hablar en nombres de la totalidad de todos los catalanes o en nombre de Cataluña. No necesitamos salvapatrias, que en la época de las vacas gordas, cuando pactaba con el PP de Aznar, en pleno boom de la construcción, afirmaba que “no tocaba” hablar de “Pacto Fiscal”; necesitamos hombres de Estado, políticos comprometidos de verdad con el Pueblo, que en momentos de crisis –provocada por los políticos y bendecida por los banqueros- arrimen los hombros y codo con codo trabajen para salir, con el esfuerzo de todos, de esta crisis socio-económica.
Artur Mas, miente, y con él todos los miembros de su partido y sus cómplices. Su chantaje es inadmisible y es una traición al compromiso unitario nacional. El Estado de las Autonomías ha demostrado ser un fracaso; la defensa –la justa defensa- de la identidad de los pueblos que conforman España ha sido utilizada por los nacionalismos traidores para poner en jaque la propia unidad de España; la falta de voluntad por entender la realidad de las identidades que constituyen la unidad de las tierras de España -cuando no, la agresividad contra ellas por sentimientos separadores- ha fomentado un crecimiento de las posturas separatistas, un crecimiento que se ha visto aun más incrementado por la situación económica, ya que ese nacionalismo traidor a fomentado la idea que en “un Estado independiente” no estaríamos en esta situación de crisis.
Es posible que Artur Mas convoque un referéndum sobre el Pacto Fiscal, o adelante las elecciones para mantener el pulso con el Estado español. Ante esto, el MSR tomará la postura que siempre ha mantenido: luchar para el bienser y el bienestar de todos los catalanes, pero no "luchará contra España". El MSR seguirá luchando contra esta ralea política; contra el poder de la banca; y los medios de poder económicos que tanto defiende, precisamente, esa dinastía política profesional convertida en catalanismo histérico que pretende enfrentarnos entre catalanes resucitando el termino “botifler” (catalán “enemigo” de Cataluña para un separatista).
Por eso nos posicionamos contra cualquier Pacto Fiscal especial para cualquier autonomía, estamos por el fin del modelo del Estado Autonómico, apostamos por una Refundación de España en base a su realidad histórica y a su compromiso unitario a la vez que defensor de las identidades que conforman los las tierras de España. Porque solo la unidad del pueblo español logrará que nuestra nación viva, y tenga un futuro, a pesar de las apetencias de las oligarquías locales, que están ansiosas por abalanzarse sobre los restos de un régimen en descomposición, no para reconstruir, sino literalmente, para saquear.
Catalanes: No es “España” quien nos roba, son los políticos y los banqueros.
Secretaría de Comunicación
MSR Cataluña
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