lunes, 10 de febrero de 2014

Errores en 1714

Qué habría votado yo en 1714

Publicado por  el feb 10, 2014
Lo dijo Albert Rivera el sábado pasado en La Coruña: “mucho hablar del derecho a decidir y mucho hablar de 1714, pero, ¿quién tenía derecho a decidir nada en aquella época? ¿Quién votaba?” Pues tiene toda la razón. ¿De verdad quieren retrotraerse del estado histórico de ciudadanos al de siervos?
Lo cierto es que las decisiones, por lo demás desastrosas, tomadas por los dirigentes catalanes de la época en 1714 se tomaron sin el menor refrendo democrático. Que entonces no se estilaba mucho pero es que además en este caso cuanto menos reflexionara el pueblo sobre lo que le estaba pasando, mejor. A saber: preclaros líderes se equivocan primero de pretendiente al trono de España y, una vez ha quedado claro que es Felipe V o nada, pues ellos erre que erre, apasionadamente a por la nada.
La nada para ellos, se entiende. Porque todos ellos se murieron en la cama o vieron los toros desde cómodas barreras muy alejadas de la zona de conflicto implacablemente batida por las tropas del por lo demás excelente duque de Berwick, antepasado de Winston Churchill y de nuestra duquesa de Alba. Era el pueblo el que sangraba, lo perdía todo y moría en el famoso Fossar de les Moreres, mientras los Artur Mas y los Oriol Junqueras de turno hacían como los de ahora, tirar la piedra y esconder la mano.
Seguramente a los catalanes de la época también les contaron que España les robaba y no sé qué más para justificar aquella carnicería suicida en la que ningún gobernante serio habría embarcado jamás a su pueblo de preocuparse mínimamente por él. El famoso Decret de Nova Planta fue no sólo el resultado de una monumental derrota. Fue la consecuencia lógica de una todavía más monumental irresponsabilidad histórica, de una gigantesca metedura de pata. Y ya se sabe aquello de que los errores de los cocineros se tapan con salsa, los de los arquitectos con flores, los de los médicos con tierra…y los de los políticos con odio.
Yo en 1714 habría votado por remover inmediatamente del poder catalán a todos estos brutos y por restañar cuanto antes las estúpidas heridas con Castilla y por dejar de regalar tierra y fuerza a los franceses sólo para quitárselas a España. Habría votado por oxigenar el sofocante medievalismo y menestralismo de la época, por dejar que corriera el aire, como efectivamente corrió (junto con más sangre, para qué nos vamos a engañar) con una Revolución Industrial que llegó antes a Cataluña, entre otras cosas, porque el Decret de Nova Planta sacudió las castas viejas y ayudó a emerger a las nuevas. ¿Que lo hicieron por hacer un favor a Cataluña? No, claro que no. Pero desde el momento en que acabó teniendo algún impacto positivo, seguro que lo de antes tampoco era tan ideal.
Resumiendo, que la historia se repite, esperemos que no al pie de la letra. Esperemos que no sea verdad el dicho catalán de que com més anem, menys valem (cuanto más andamos, menos valemos).

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