Joan March Ordinas fue, seguramente, uno de los hombres que más poder ha atesorado en España entre 1915 y 1964, año de su muerte. Fue una de las fortunas más grandes del mundo. Fortuna que, por supuesto, no consiguió trabajando, sino gracias a todas una serie de artimañas, que van desde el tráfico de tabaco, al tráfico de armas, pasando por el espionaje a favor y en contra de España, según el postor, y a conseguir contratos ilegales con Primo de Rivera (consiguió el monopolio del tabaco en todo Marruecos).
Sobornaba a ministros, policías, etc. Durante la II Guerra Mundial, Los nazis pensaban que era un buen aliado, un auténtico enemigo de los británicos; los británicos, a su vez, pensaban que era un auténtico antinazi y anticomunista. Financió al bando nacional durante la Guerra Civil y fue diputado e incluso miembro de la comisión de garantías constitucionales durante la II República. Francesc Cambó (Ministro de Hacienda durante el reinado de Alfonso XIII) lo denominó "el último pirata del Mediterráneo". Y durante la II República, Manuel Azaña afirmó que "o la República somete a March o March someterá a la República".
Joan March fue encarcelado en 1932 en la prisión de Alcalá de Henares, sin embargo, logró fugarse con suma facilidad, ya que le ayudaron a ello. El mismo guardia que lo vigilaba hizo de chofer para sacarlo del país (fue llevado a Gibraltar). El estraperlo de 1935 es una historia que involucra al sobrino del presidente del gobierno de aquella época, Alejandro Lerroux. Fue a partir este escándalo cuando se empezó a utilizar el término "estraperlo". En este caso, se refería a un timo llevado a cabo por un judío holandés, David Strauss, y su socio, otro holandés nacionalizado en México conocido como Perlowitz(estraperlo viene de la unión de Stra-Perlo, es decir de las primeras letras de los nombres de estos dos).
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