Estados Unidos podría tener un museo dedicado a su literatura en 2015
La Fundación del Museo de Escritores Americanos trabaja desde 2010 para dar vida a un museo nacional que celebre la contribución cultural de los literatos americanos. El proyecto se estima costará 200 millones de dólares y se ubicará en Chicago
Día 30/07/2012 - 13.58h
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En Estados Unidos hay más de 17.500 museos. Además del arte y las ciencias, algunos de esos centros están dedicados a la vida extraterrestre, los instrumentos médicos de eficacia cuestionable y a alimentos como el helado, el chocolate, la gelatina e incluso a los caramelos PEZ. Sorprendentemente, ninguno de esos museos está dedicado a la historia de la literatura americana y a sus escritores.
Para saldar esa carencia, un grupo de lectores apasionados, escritores, humanistas y filántropos está trabajando para engendrar elMuseo de Escritores Americanos. La misión de este museo es crear un espacio en el que el público pueda participar en la celebración de la literatura americana y explorar su influencia en la historia de Estados Unidos, su identidad y su cultura.
El trabajo para crear este museo lo está llevando a cabo la Fundación para el Museo de Escritores Americanos, creada en 2010 por Malcolm O’Hagan, un ingeniero amante de las letras quien confiesa que, en su caso, el amor por la lectura fue una pasión relativamente tardía.
Fue O’Hagan quien tuvo la idea para este museo a finales de 2009. Tras su jubilación, en una visita a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, preguntó si el país tenía un museo de la literatura y la respuesta fue que tal museo no existía. O’Hagan sabía que otros países sí contaban con este tipo de museos. En concreto tenía en mente el Museo de Escritores de Dublín, un centro cultural en el que la capital irlandesa conmemora la contribución a la cultura de literatos como Oscar Wilde, James Joyce o Samuel Beckett.
Con todo el tiempo del mundo a su disposición y una firme convicción de que un museo de esta índole era necesario, O’Hagan comenzó a trabajar en su creación. A él se unió un equipo formado por antiguos amigos y ex compañeros de trabajo, además de tempranos entusiastas del proyecto como el director del Rock and Roll Hall of Fame and Museum,Terry Stewart.
«Hay una serie de museos que celebran a escritores de manera individual y también hay bibliotecas con magníficos fondos», apunta Werner Hein, vicepresidente de la Fundación, «aunque no existe una institución dedicada a honrar el universo de los autores americanos».
Tiempo y dinero
«Crear un museo de la escala del que estamos ideando lleva mucho tiempo», reconoció O’Hagan en una entrevista concedida en junio de 2010, cuando la fundación acababa de ser creada. Hoy, pasados dos años, el Museo de Escritores Americanos sigue en proceso de gestación, aunque, según comenta Hein, esperan abrir en 2015.
En este tiempo el museo ha conseguido algunos avances. Uno de ellos es escoger el lugar donde se emplazará: Chicago. Por ahora esta ciudad ha mostrado un gran interés en la iniciativa. Rahm Emanuel, alcalde de Chicago, ha manifestado que este museo complementará la rica oferta cultural de la ciudad, además de «contribuir a su vitalidad».
Otro mérito ha sido recaudar parte de los 200 millones de dólares, más de 163 millones de euros, que en un principio O’Hagan estimó que iba a costar poner en marcha el museo. Aunque, como apunta Hein, en este frente sigue quedando mucho trabajo por hacer.
Sin duda un paso decisivo ha sido publicar su plan de desarrollo, un documento en el que detallan su misión, sus principios, la organización física del museo y apuntan los diferentes elementos que lo compondrán entre los que figuran una sala conmemorativa dedicada a los ganadores de premios como el Nobel o el PEN/Faulkner; un teatro, aulas de estudio y un centro dedicado exclusivamente a la literatura infantil.
Entre las tareas que faltan por completar está el encontrar una sede. Aunque la idea original de O’Hagan era construir un edificio específicamente para el museo, Hein explica que dada «la dura situación económica es más probable que el museo se establezca en un edificio existente que haya sido debidamente modificado».
Hasta que el museo vea la luz en 2015, la institución continuará forjando los lazos con una comunidad de internautas −y potenciales visitantes− que colabora activamente con la fundación dando ideas sobre exposiciones y respondiendo cuestionarios sobre el tipo de cosas que les gustaría que el museo incluyese. Así, como explica Hein, están creando «un lugar para la aventura, la revelación y la participación» que esperan que atraiga «tanto a los aficionados literarios, como a cualquier persona curiosa y a los visitantes del extranjero interesados en la literatura del país».
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